martes, 25 de junio de 2013

Se usan por primera vez gafas Google Glass en dos cirugías

Las intervenciones se hicieron en España y EE.UU. Los anteojos permitieron filmar y transmitir las imágenes y difundirlas por Internet a otros cirujanos. Para los médicos, “tienen un gran potencial”.

En España y Estados Unidos se realizaron, casi simultáneamente, las dos primeras operaciones quirúrgicas mediante los anteojos de última tecnología Google Glass. Las dos intervenciones tuvieron lugar antes de que se lanzaran las gafas especiales y que su precio definitivo sea anunciado: se cree que rondaría los 1.500 dólares.

En Madrid, la operación la realizó el viernes pasado un equipo de cirujanos traumatólogos, liderados por el médico Pedro Guillén, en la Clínica CEMTRO, ubicada en una exclusiva zona norte de la capital madrileña. El logro fue posible gracias a la colaboración de la Universidad Católica de Murcia y a la empresa Droider, que fabrica esta novedad en España.

El paciente, cuya cirugía se pudo ver en la Web, tiene 49 años y llegó al quirófano porque padecía fuertes dolores luego de tres operaciones previas para corregirle un defecto en un cartílago del menisco de una rodilla.

La novedad es que se han utilizado los anteojos de Google Glass para transmitir lo que sucedía en la sala de operaciones, por lo que unas 150 personas de todo el mundo pudieron presenciar en directo, a través de Internet, la intervención. Uno de ellos fue Homero Rivas, director de Cirugía Innovadora de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, California, en Estados Unidos. El profesor Rivas dialogó varias veces con el doctor Guillén durante el transcurso de la operación.

El fundador de la empresa murciana Droider, Julián Moreno Beltrán, explicó que Google Glass funciona como un sistema interactivo formado por una cámara, un GPS, ‘bluetooth’, micrófono y un pequeño visor que permite al usuario ver una proyección y, al mismo tiempo, tomar imágenes y grabar videos, sólo con indicaciones de voz.

De esta forma, varios médicos pueden participar en una operación sin estar presentes, compartir opiniones e información sobre el paciente de manera instantánea, así como acceder a su historial clínico en la nube para buscar datos o almacenarlos”, indicó.

Añadió que los anteojos tienen la ventaja de que sólo se activan “cuando el doctor levanta la cabeza, ya que para observar la imagen que está proyectada en la gafa es necesario mirar hacia arriba. Por tanto, este mecanismo no interrumpe la visión del médico y, le permite observar en todo momento al paciente que está interviniendo”.

Con estas gafas, que sólo pesan 36 gramos, se van a poder detectar los cambios de color en la cara de los pacientes para saber la pulsación que está teniendo en todo momento, o conocer las interacciones de los diferentes medicamentos, entre otras muchas posibilidades.

“No me han molestado nada estas gafas ya que, incluso, ha habido momentos en los que olvidé que las llevaba puestas”, explicó el doctor Guillén. Agregó que para preparar la operación extrajo al paciente cuatro o cinco trozos del cartílago del menisco permitiendo cultivar, en los laboratorios de la clínica madrileña, hasta 40 millones de células. Después, el especialista las colocó en una membrana del mismo tamaño de la lesión y, finalmente, se las introdujo para que sean capaces de reproducirse a partir de señales bioquímicas y reparar la lesión del paciente. Se trata, por lo tanto, de un trasplante de condrocitos para el tratamiento de las lesiones del cartílago. Ese procedimiento sólo se realiza en España a través de esta clínica, ya que es la única que dispone de una sala blanca para realizar ese cultivo celular especial.

Pocas horas antes, el prestigioso cirujano norteamericano Rafael Grossman, realizó una intervención utilizando Google Glass en el Eastern Maine Medical en Maine, Estados Unidos.

Fue una intervención de estómago que se transmitió en tiempo real en el propio blog del especialista, por Internet. Las imágenes capturadas en los anteojos Google Glass eran proyectadas sobre un iPad.


“Este es un instrumento con gran potencial para la salud, especialmente la cirugía. También se revela como un gran instrumento didáctico”, dijo Grossman. “Hemos logrado mostrar la técnica endoscópica de manera veloz, económica y manteniendo anónima la identidad del paciente”, sentenció.

Fuente: Diario Clarín