Los datos más recientes del estudio sobre la niña,
publicados en la versión online de la revista, sugieren que otros
investigadores pueden intentar replicar el tratamiento en más bebés recién
nacidos.
Además, esto significa que la niña, nacida en Misisipi,
Estados Unidos, podría posiblemente estar curada de la infección de VIH. Sería
la segunda persona en el mundo con esa distinción: la primera fue Timothy Ray
Brown, un estadounidense de 47 años que parece haber sido curado luego de un
trasplante de médula ósea que recibió en Berlín hace seis años.
La madre de la bebé no recibió cuidado prenatal, así que no
estaba identificada como infectada con VIH antes del parto. Si lo hubiera
estado, habría recibido drogas que son altamente efectivas para prevenir la trasmisión
madre a hijo del virus.
Vale decir que en el informe publicado no se habla de una
curación, sino que es el seguimiento de un caso con buenas perspectivas.
El más reciente reporte responde muchas de las incógnitas
iniciales cuando se reveló el caso a principios de año. Muchos fueron
escépticos sobre si de hecho la bebé quedó infectada con VIH cuando nació o si
sólo tenía remanentes del virus en su sangre, o incluso si las células
infectadas fueron transferidas antes del parto.
Los datos corroboran que la bebé estaba infectada con VIH.
Si el experimento es exitoso al final, sería un gran avance
en la prevención del VIH y el sida en niños en muchas partes del mundo.
Cada día nacen cerca de 1.000 bebés con VIH, según los
cálculos más recientes del Reporte Mundial de ONUSIDA. Eso significa que cerca
de 330.000 niños viven con el letal virus. La mayoría de estas infecciones se
presentaron en los países en vías de desarrollo.
Fuente: Mirada Profesional Farmacéutica