En las Américas, mueren más de 131 mil personas en países de
bajos ingresos y 96 mil en países de altos ingresos por causas vinculadas
a la polución del aire.
En nuevas estimaciones
publicadas este 25 de marzo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que en 2012 unos 7 millones de personas murieron –una de cada ocho del total de muertes en el
mundo- como consecuencia de la exposición a la contaminación atmosférica. Esta
conclusión duplica con creces las estimaciones anteriores y confirma que la
contaminación atmosférica constituye en la actualidad, por sí sola, el riesgo
ambiental para la salud más importante del mundo. Si se redujera la
contaminación atmosférica podrían salvarse millones de vidas.
En particular, los nuevos datos revelan un vínculo más
estrecho entre la exposición a la contaminación atmosférica en general y la del
aire de interiores y las enfermedades cardiovasculares, como los accidentes
cerebrovasculares y las cardiopatías isquémicas, así como entre la
contaminación atmosférica y el cáncer. Esto es además de la función que
desempeña la contaminación atmosférica en el desarrollo de enfermedades
respiratorias, como las infecciones respiratorias agudas y las neumopatías
obstructivas crónicas.
En el caso de las Américas, se estima que hubo cerca de131
mil muertes vinculadas a los efectos conjuntos de la contaminación ambiental y
en interiores en países de bajos ingresos. Otras 96 mil personas murieron por
esa causa en los países con altos ingresos de la región.
Las nuevas estimaciones de la OMS no sólo se deben a un
conocimiento más amplio de las enfermedades provocadas por la contaminación
atmosférica, sino también a una mejor evaluación de la exposición humana a los
contaminantes atmosféricos gracias a mediciones y tecnología más avanzadas.
Ello ha permitido a los científicos analizar más pormenorizadamente los riesgos
para la salud a partir de una distribución demográfica más amplia que incluye
ahora las zonas rurales, además de las urbanas.
Por regiones, los países de ingresos bajos y medianos en las
Regiones de Asia Sudoriental y del Pacífico Occidental de la OMS soportaron la
mayor carga relacionada con la contaminación en 2012, con un total de 3,3
millones de muertes vinculadas con la
contaminación del aire de interiores y 2,6 millones de muertes relacionadas con
la contaminación atmosférica.
“Limpiar el aire que
respiramos impide el desarrollo de enfermedades no transmisibles y además
reduce los riesgos de enfermedad entre las mujeres y los grupos vulnerables,
como los niños y los ancianos”, comentó Flavia Bustreo, Subdirectora General de
la OMS para la Salud de la Familia, la Mujer y el Niño. “Las mujeres y los niños pobres pagan un alto
precio por la contaminación del aire de interiores puesto que pasan más tiempo
en sus casa respirando los humos y el hollín de las cocinas de carbón y leña
con fugas”.
En la evaluación se incluye el siguiente desglose de las
muertes atribuidas a enfermedades específicas, lo que pone de relieve que la
gran mayoría de las muertes vinculadas a la contaminación atmosférica se deben
a enfermedades cardiovasculares:
Muertes debidas a la contaminación atmosférica – desglose
por enfermedad:
• 40% - cardiopatía isquémica;
• 40% - accidente cerebrovascular;
• 11% - neumopatía obstructiva crónica;
• 6% - cáncer de
pulmón;
• 3% - infección
aguda de las vías respiratorias inferiores en los niños.
Muertes debidas a la contaminación del aire de interiores –
desglose por enfermedad:
• 34% - accidente cerebrovascular;
• 26% - cardiopatía isquémica;
• 22% - neumopatía obstructiva crónica;
• 12% - infección aguda de las vías respiratorias inferiores
en los niños;
• 6% - cáncer de
pulmón.
Las nuevas estimaciones se basan en los últimos datos de la
OMS sobre mortalidad de 2012 y en las pruebas de que la exposición a la
contaminación atmosférica supone un riesgo para la salud. Las estimaciones de
la exposición de las personas a la contaminación atmosférica en diferentes
partes del mundo se formularon a través de una nueva cartografía de datos
mundiales que incluyen datos recabados por satélite, mediciones procedentes de
la vigilancia en tierra y datos sobre emisiones contaminantes procedentes de
fuentes fundamentales, así como de modelos sobre las pautas de desplazamiento
de la contaminación en el aire.
“Los riesgos debidos a la contaminación atmosférica son
superiores a lo que previamente se pensaba o entendía, en especial para las
cardiopatías y los accidentes cerebrovasculares”, señaló María Neira, Directora
del Departamento de la OMS de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes
Sociales de la Salud. “En la actualidad hay pocos riesgos que afecten tanto a
la salud en el mundo como la contaminación atmosférica; las pruebas apunta a la
necesidad de medidas concertadas para limpiar el aire que todos respiramos”,
subrayó.
Tras analizar los factores de riesgo y tener en cuenta las
revisiones en la metodología, la OMS estima que la contaminación del aire de
interiores tuvo que ver con 4,3 millones de muertes en 2012 en hogares en los que para cocinar se
utilizan estufas de carbón, leña y biomasa. La nueva estimación se explica por
la mejor información sobre la exposición a la contaminación entre los 2900
millones de personas que se calcula que viven en hogares en los que se utiliza
leña, carbón o bosta como combustibles principales para cocinar, así como por
las pruebas de que la contaminación atmosférica está relacionada con el
desarrollo de enfermedades cardiovasculares y neumonías, y cánceres.
En el caso de la contaminación atmosférica, la OMS estima
que en 2012 se produjeron 3,7 millones de muertes a causa de fuentes urbanas y
rurales en todo el mundo.
Son muchas las personas expuestas a los dos tipos de
contaminación: la atmosférica y la del aire de interiores. A causa de este
solapamiento, la mortalidad atribuida a las dos fuentes no puede simplemente
sumarse, de ahí la estimación total de unos 7 millones de muertes en 2012.
“La excesiva contaminación atmosférica es a menudo una
consecuencia de políticas que no son sostenibles en sectores como el del
transporte, la energía, la gestión de desechos y la industria pesada. En la
mayoría de los casos, será también más económico a largo plazo aplicar
estrategias que den prioridad a la salud debido al ahorro en los costos de la
atención sanitaria, además de los beneficios para el clima”, explicó Carlos
Dora, Coordinador de la OMS en el Departamento de Salud Pública, Medio Ambiente
y Determinantes Sociales de la Salud. “La OMS y los sectores de la salud
desempeñan una función única para traducir las pruebas científicas sobre la
contaminación atmosférica en políticas que pueden marcar la diferencia y
aportar mejoras que salvarán vidas”, afirmó.
La publicación de los datos de hoy es un salto importante en
el avance de la hoja de ruta de la OMS para la prevención de las enfermedades
relacionadas con la contaminación atmosférica. Ello supone la creación bajo los
auspicios de la OMS de una plataforma mundial sobre la calidad del aire y la
salud que permita generar mejores datos sobre las enfermedades relacionadas con
la contaminación atmosférica y un apoyo más robusto para los países y ciudades
mediante orientaciones, información y datos que demuestren los beneficios para
la salud derivados de intervenciones fundamentales.
Este mismo año, la OMS publicará directrices sobre la
calidad del aire de interiores en las que se aborda el uso de los combustibles
domésticos, y se analizan los datos sobre la exposición a la contaminación
atmosférica en general y la del aire de interiores y la mortalidad conexa,
además de la información actualizada sobre las mediciones de la calidad del
aire en 1600 ciudades de todas las regiones del mundo.
Fuente: Organización Panamericana de la Salud