Mediante una
resolución, el Ministerio de Salud y la secretaria de Comercio derogaron la
obligatoriedad para que las farmacéuticas informen la estructura de costo de
los nuevos fármacos que ingresen al mercado. A partir de esto, el valor de
estos tratamientos será monitoreados por la Superintendencia de Servicios de
Salud, que creó un mecanismo de control.
Mediante una
resolución firmada por el entonces ministro de salud y el secretario de
Comercio Interior, en el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se obligaba
a las farmacéuticas a entregar un informe sobre la estructura de costo de los
medicamentos de alta complejidad que eran incorporados al mercado local. El
objetivo era que cada laboratorio justificara el precio de estos tratamientos,
que tienen un alto impacto en la salud financiera de la seguridad social. Esta
normativa acaba de ser disuelta por las nuevas autoridades, que retiraron la
obligatoriedad de esta presentación, que había generado mucha controversia en
el sector. En esta nueva etapa, se prefirió monitorear el valor de estos
tratamientos a través de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS).
Según confirma el portal Pharmabiz, el Ministerio de Salud y
la secretaria de Comercio decidieron retirar las resoluciones conjuntas 1710 y
406, que habían firmado las anteriores autoridades de esas dependencias, Daniel
Gollan y Augusto Costa respectivamente. Ahora, el gobierno eliminó el
controversial requisito que obligaba a las compañías farmacéuticas a presentar
su estructura de costos. Así lo determinaron Jorge Lemus y Miguel Braun.
“Por tanto, los laboratorios que ahora incorporen nuevos
medicamentos de alto impacto económico susceptibles de reintegro en la órbita
de la Superintendencia de Servicios de Salud -comandada por Luis Scervino– ya
no deberán acreditar la estructura de costos -popularizada por el ex secretario
de Comercio, Guillermo Moreno– que justifique el precio final de venta”,
informó el portal mencionado.
A partir de esto, la responsabilidad del manejo de los
precios de estos medicamentos quedará en manos de la SSS. Para esto, esta
dependencia realizará controles de los pedidos de reintegro de las entidades,
para evitar abusos. El objetivo es asistir en el proceso de compra y
contrataciones de estos tratamientos. A principio de agosto, Scervino adelantó
la puesta en marcha de este mecanismo en un acto realizado la semana pasada en
OSMATA, la obra social del gremio mecánico. Allí, el funcionario confirmó que
se puso en marcha un observatorio de precios de medicamentos de alto costo para
las obras sociales, que buscará dar asistencia a las entidades, y evitar el uso
inadecuado de fondos de la seguridad social y el Estado.
“Identificamos este problema a partir de los pedidos de
reintegros de las obras sociales”, dijo Scervino. El funcionario explicó que la
creación de este observatorio de precios sobre medicamentos, insumos y
prestaciones de alto costo reintegrados por el sistema SUR, “tiene una primera
etapa vinculada al monitoreo de medicamentos de alto costo” y aclaró, “todavía
no está terminado el trabajo sobre las prestaciones u otro tipo de insumos”.
Por otra parte, Scervino destacó el rol de la
Superintendencia en términos de asistencia a las obras sociales y sostuvo,
“nuestra gestión es de puertas abiertas, no asumimos la posición de policía que
tuvieron otras gestiones, pero sí trabajamos para asistir a las obras sociales
en la mejora continua de sus prestaciones.” En este marco, el Superintendente
se refirió al problema de la dispersión de precios en las gestiones de compra
que realizan las obras sociales. En esta etapa, afirmó Scervino, “analizamos la
dispersión de precios al monitorear los valores de compra de todas las obras
sociales e identificamos variables que condicionan los mayores costos de
transacciones”.
Fuente: Mirada Profesional