Es la primera provincia que utilizará el producto en los
hospitales públicos. Y se sumará al vademécum de la obra social.
Chubut se convirtió en la primera provincia en habilitar el
uso terapéutico del aceite de cannabis en sus hospitales, al incorporar ese
producto al vademécum de la salud pública para el tratamiento del “síndrome de
Dravet”, más conocido como epilepsia.
De acuerdo con la nueva legislación, el “aceite de
marihuana” será provisto en los hospitales públicos y se agrega al listado de
medicamentos de la obra social “Seros”, que brinda cobertura a los empleados de
la administración pública del Chubut.
“Incorpórase al vademécum de salud pública de la provincia
como tratamiento alternativo el “charlotte web” o aceite de cannabis, para el
tratamiento del síndrome de Dravet y otras patologías que crea conveniente el
ministerio de salud de la provincia”, dice el artículo primero de la ley 588,
promulgada ayer por el gobernador Mario Das Neves.
El autor del proyecto en la Legislatura unicameral del
Chubut, Gustavo Fita (FpV) se mostró “muy satisfecho con todos porque de ahora
en más las familias chubutenses que necesitan el aceite de cannabis para el
tratamiento de una enfermedad ya no van a tener que viajar a la aduana de
Buenos Aires para buscarlo y podrán estar más tranquilas”. “Esto sin dudas va a
acercar a más gente a esta medicación que baja la cantidad de convulsiones en
pacientes que sufren epilepsia de 60 episodios a 2 o 3 por semana y de menor
intensidad”, sostuvo.
El diputado provincial es oriundo de Comodoro Rivadavia,
ciudad que ya había dictado una norma en el Concejo Deliberante, donde
reclamaron que el aceite de cannabis fuera incorporado al vademécum.
Los concejales se movilizaron por la historia de Micaela,
que desde muy temprana edad sufre repetidas, fuertes y prolongadas crisis
convulsivas que le causan deterioro cognitivo, pérdidas de pautas madurativas,
intenso dolor, problemas motores y sufrimiento. “La madre de Micaela recorrió
de manera permanente centros hospitalarios, clínicas, además de constantes
consultas y tratamientos con reconocidos profesionales en la enfermedad que la
aqueja, y realiza hasta ocho viajes anuales a la ciudad de Buenos Aires con
estadías prolongadas”, detalló Fita, quien se reunió con la madre en reiteradas
oportunidades.
A través de la medicina tradicional, Micaela llegó a ingerir
27 pastillas diarias que no mejoraron sustancialmente su cuadro clínico.
También fueron descartadas propuestas quirúrgicas por la baja posibilidad de
éxito en el control de sus crisis y por tener una epilepsia multifocal. La niña
es una de las pacientes más estudiada en la Argentina e inclusive fuera del
país.
Fita relató que las secuelas de más de 12 años de
convulsiones afectaron además la calidad de vida y funcionamiento familiar, sin
saber la suerte de Micaela, ya que “su estado fue empeorando con hasta 10
convulsiones por día, de las cuales muchas alcanzaron hasta 35 minutos
ininterrumpidos”. El legislador provincial describió que “todo esto fue
configurando una situación desesperante, sobre todo porque el síndrome de
Dravet tiene una tasa de muerte súbita del 18 por ciento y llegó al punto de
ser asistida con oxígeno durante las 24 horas y la utilización de sonda para
alimentarla”.
Paralelamente al tratamiento que le ofrecían los manuales de
la medicina clásica, la madre de Micaela dio con una terapia alternativa basada
en el aceite de “charlotte web”, por un caso similar que enfrentaba una niña de
la ciudad norteamericana de Colorado Springs. Esa paciente tuvo una mejoría
instantánea del cuadro de epilepsia y recuperó paulatinamente la motricidad, el
habla y la cognición.
Carola, la mamá de Micaela, reveló que “en principio era un
poco reacia a aplicar el tratamiento alternativo con aceite de cannabis,
incluso después de haberlo adquirido legalmente por un proceso de importación
que demando un sinnúmero de tramites burocráticos”. “Pero el agravamiento del
cuadro hizo que comenzara a usarla casi obligada por las circunstancias y así
encontré inmediatos resultado respecto a la cantidad de episodios convulsivos,
que pasaron de 10 diarios a 2 o 3 por semana y de menor intensidad”, explicó.
Fuente: Página 12