jueves, 16 de noviembre de 2017

Una por una, cuáles son las trabas para acceder a la fertilización asistida

Según expertos, hay barreras pese a que por ley el tratamiento debe ser cubierto por obras sociales y prepagas. De modo privado, las prácticas salen al menos $ 150.000 y las drogas, más de $ 50.000.

Una por una, cuáles son las trabas para acceder a la fertilización asistida“Nuestra vida es un reclamo constante”, define Gisela De Antón, presidenta de Concebir Asociación Civil, que se dedica a asistir y acompañar a personas con problemas de fertilidad. Y explica cuáles suelen ser las trabas con las que se encuentran las parejas de todo el país que encaran los tratamientos de fertilización asistida. Prácticas que, por ley, deben ser cubiertas por obras sociales y prepagas.

“Esto es cosa de todos los días. En líneas generales, las obras sociales cubren mejor que las prepagas. Pero diariamente nos encontramos con casos como que cubren el 50% de la medicación y el 100% del tratamiento; o al revés, cubren 100% de la medicación y 50% del tratamiento. Esto así no sirve, la ley dice que la cobertura es integral. Entonces ahí empiezan los reclamos”, añade. Y no es un detalle menor, ya que se trata de drogas que cuestan entre 50 y 60 mil pesos.


“La ley no fue del todo clara”, considera De Antón. La ley 26.862, que garantiza el acceso en forma gratuita a tratamientos de reproducción asistida, fue sancionada y reglamentada en 2013. Sin embargo, recién este año se estableció, mediante un decreto, qué alcance tiene la cobertura que deben brindar las prepagas y obras sociales. Esto es, qué tipo de tratamientos, qué incluyen y cuándo arrancan y cuándo terminan cada uno de ellos.

La ley permite tres tratamientos completos de alta complejidad. "Tratamiento completo", según quedó establecido en el último decreto, consiste en la estimulación ovárica, el proceso de aspiración de óvulos, su fecundación y la transferencia de embriones. La nueva reglamentación también aclaró que pueden ser hasta tres transferencias como parte de la misma intervención. Estas aclaraciones a la norma fueron un gran avance en la materia, para dar cobertura a tratamientos que realizados en forma privada cuestan más de 150.000 pesos.

“La promulgación de la ley 26.862 fue una medida muy positiva para los pacientes en su momento. Pero trajo una dificultad al ser una ley de cobertura y no integral. Trajo problemáticas, porque hay cuestiones esenciales técnicas no contempladas en la ley”, explica la doctora Stella Lancuba, vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva.

En líneas generales, dice, la cobertura con los sistemas financiadores en Capital Federal es buena. “Los problemas que persisten están vinculados a la cobertura de la criopreservación embrionaria. No hay claridad de criterio sobre la cobertura o no de eso”, añade. A esto se suma, además, que en la Argentina quedó un vacío legal sobre el congelamiento embrionario. “No hay una norma en cuanto al manejo de embriones excedentes. No está especificado en la ley. Hay un gris en la normativa”, agrega la especialista.

“Las obras sociales son más humanas. Las prepagas súper importantes son con las que más hay que lidiar. Y muchas veces que te aprueben o no la cobertura depende de la actitud. Va uno, le dicen que sí. Viene otro atrás y le dicen que no”, resume la presidenta de Concebir.

En cuanto a las diferencias de cobertura que se dan en distintos lugares del país, De Antón dice que “en las provincias donde no adhirieron a la ley hay muchos problemas". "Después hay casos como Mendoza ​-grafica De Antón-, que cuenta con centros de fertilidad, pero quizás una prepaga no tiene convenio con ese centro y la pareja se tiene que venir a Buenos Aires para el tratamiento. ¿Quién te cubre el viaje y la estadía?”.

Fuente: Clarín